Estracto del
libro de SHINODA BOLEM
"EL MILLONESIMO CÍRCULO"
Estar en un círculo es
una práctica de aprendizaje y crecimiento, que se nutre de la
experiencia y la sabiduría del compromiso y del valor de cada una de
las mujeres que haya en él.
Un círculo tiene un
centro espiritual, un respeto hacia los límites y una poderosa
capacidad de transformar a las mujeres que lo constituyen.
Cuando un círculo de
mujeres se congrega alrededor de un centro, adopta la forma de una
rueda invisible o mandala.
El sentimiento de conexión
con el centro es puramente intuitivo y subjetivo.
Cada mujer entra en
contacto con su propio centro y en contacto con el centro del
círculo, y se siente parte de esa rueda invisible y conectada a
todas las componentes del círculo a través de su centro.
Un círculo de iguales: el
círculo es, además de una forma, un principio y se opone al orden
social jerarquico que establece un nivel superior y otro inferior,
que clasifica y compara a cada mujer individual con otras.
cuando las mujeres se
sientan en círculo, la ubicación física de cada una de ellas es
igual a la de cada una de las mujeres del círculo.
Escuchar es igual de
importante que hablar.
Un círculo es una figura
contenida en una circunferencia sin fisuras y es símbolo de
totalidad. Lo que define al círculo es el borde, la línea que lo
delimita, ese límite es la capacidad que posee el círculo de
preservar sus contenidos, pues es primordial que exista la confianza,
lo que se comunica como confidencia se mantiene como tal, así de
simple.
Un círculo no es un grupo
de terapia, y no está en su mano resolver problemas emocionales o
físicos. Aún así, el efecto del círculo puede influir muy
favorablemente cuando el miembro afronta la realidad con honradez y
compasión y expresa con sinceridad que necesita ayuda. Brindar apoyo
para encontrar esa ayuda es lo que el círculo puede hacer.
Un círculo de mujeres es
un espejo multifacético en el que cada mujer se ve a sí misma
reflectada.
Esta es la llamada del
alma, la llamada del corazón. La llamada de lo profundo femenino que
en esta época está pulsando.
Es hora de danzar, de
cantar, de expresar, de meditar, de gozar y celebrar. Es la hora de
recibir lo que tu alma quiera susurrarte.
¡¡¡ES HORA DE
DESPERTAR!!!
¡¡¡ES HORA DE
RECORDAR!!!
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