Suena a
pregunta chorrada pero si le das un poco de tiempo, en contrarás
diversas posibilidades:
Puedes rechazar absolutamente a Dios o a cualquier otra entidad.- Puedes no estar realmente seguro o segura pero piensas que hay algo que es "responsable" de la vida; o
- puedes estar convencido o convencida de que existen uno o varios dioses.
¿Cuantas
personas se han preocupado por analizar el concepto de Dios en un
esfuerzo por descubrir qué es esta entidad? Seguramente la mayoría
no se preocupa por averiguarlo, aunque dichas preguntas son una parte
vital de la comprensión del ser humano. Al cuestionarlo a menudo se
descubre mucho más que lo obvio. Haz de esto una nueva regla en tu
búsqueda de poder personal. Si queremos aprender algo de un tema,
tendremos que hacer preguntas.
Pero,
¿que pasa con los que no creen? Quizá se deba a alguna de las
siguientes razones:
- Acaso están cansados del adoctrinamiento recibido en la edad temprana y están reaccionando contra él.
- quizá en su fuero interno acusen a Dios de todos los problemas del mundo o de sus propias dificultades personales, y estimen que Dios es algo demasiado remoto que no merece la pena su atención o que a "él/ella" no le importa si estamos vivos o muertos.
- en el fondo, son creyentes, pero temen hacer el ridículo y, a fin de que no les tilden de tontos, niegan la posibilidad de la existencia de Dios.
- es posible que simplemente rechacen esta tesis sin haber pensado seriamente en ella.
- después de una profunda consideración del tema y de sopesar todos los datos disponibles, pueden haber llegado a la conclusión de que Dios es simplemente un mito que no ha sido fundamentado. Es decir, que Dios no es algo científico ni demostrado y que, por tanto, no existe.
No
tiene importancia alguna definir cuales son los motivos que sustentan
el rechazo del concepto de Dios, lo principal es que tú los
conozcas. Y ciertamente te gustará saber que, independientemente de
cuales sean tus razones, en cierta medida no estás equivocado o
equivocada. De hecho, se puede afirmar categoricamente que los
conceptos actualmente aceptados de Dios no sólo son errados, sino
que revelan una falta de comprensión de la verdadera naturaleza del
poder. Dios, tal y como normalmente se percibe, sencillamente no
puede existir. Sin embargo, existe otra respuesta.
Para
todas aquellas personas que creen en Dios, hay algunas preguntas que
requieren respuestas. Es posible creer en Dios por diversas razones:
- Quizá nunca has pensado en ello, pero debido a que la mayoría de las personas creen en Dios, tu también lo aceptas para no ser diferente.
- Probablemente te han enseñado a no cuestionarte las "verdades religiosas", de manera que has aceptado la existencia de Dios y la "voluntad de Dios" como algo inevitable.
- Acaso simplemente has asumido que debe haber "algo" detrás de la creación y que "eso" debe ser Dios.
- Es posible que tengas un pensamiento mágico o pertenezcas a una tradición pagana que busca el contacto con los dioses.
- Debido a una larga reflexión sobre el tema,estás convencido o conven cida de que Dios exsite.
Si
has meditado sobre la existencia de Dios o de diversos dioses, te
complacerá saber que, cualesquiera sean tus razones, también de
alguna manera estás en lo cierto al asumir que existe un Dios o
varios dioses.
Un
momento, ¿primero digo que los que no creen tienen razón y ahora
que los que creen también la tienen? No creais que me he vuelto loca
del todo, porque lo cierto es que Dios es exactamente aquello
que piensas que es.
Hace
mucho tiempo las personas se dieron cuenta de que existía "algo"
que sustentaba la vida, algo con lo que se podía establecer
contacto. Este contacto se practicó en principio como algo personal.
En otras palabras, se asumía que el poder de la creación estaba
controlado por un "ser extraordinario" cuya existencia no
estaba al alcance de la comprensión de todos los mortales. Esta
primitiva idea de los dioses fue luego reemplazada por el concepto de
un Dios único. De este modo se constituyó una imagen humana del
poder, o para ser más exactos, una imagen "superhumana".
Es evidente que la imagen de Dios fue creada por hombres y sustentada
por mujeres.
La
razón por la que existen tantos dioses, o tantas versiones
diferentes de Dios, es que cada persona tiene un punto de vista
distinto y ve a Dios de diferente forma. No olvidemos que Dios es
simplemente una imagen que existe en nuestra mente. ¿En qué
consiste esa imagen? En un poder que asume la forma de energía
vital, un poder que se ajusta a leyes precisas y que tiene
inteligencia, un poder que puede ser moldeado por los pensamientos
-tus pensamientos. Los antiguos concibieron una imagen mental y luego
se convencieron de que era real. Esto aún se hace en la actualidad
y, lo que es más importante, estas creencias tienen efectos
físicos.
Tus
creencias dan color a tu vida. Por este motivo, es preciso que seas
muy cauto con el fin de poseer la imagen correcta -quiero decir la
imagen que sea correcta para ti. Las leyes cósmicas sencillamente
afirman que lo que tu consideras mentalmente verdadero, es verdadero.
Una actitud realista en relación con Dios y su poder es, por lo
tanto, un prerrequisito indispensable para la comprensión de uno
mismo.
Se
puede creer de un modo incuestionable en Dios o negar tajantemente su
existencia, sin embargo ambas perspectivas son una pérdida de
tiempo. Un uso adecuado de la imagen de Dios es un medio eficaz para
lograr resultados en el plano físico. El primer paso es admitir que
existe el poder o la energía, como se prefiera denominarlo, y que
esta fuerza gobierna el universo. Una buena palabra para definir este
poder es vida. Esta energía vital se encuentra en
todas las cosas, desde una mera roca hasta un ser humano maduro. Por
añadidura este poder se ajusta a leyes precisas, muchas de las
cuales escapan a nuestro entendimiento; otras son más obvias. Pero
todas forman las leyes que gobiernan las mareas cósmicas de la
energía.
Es
muy sencillo elaborar imágenes mentales para explicar lo imposible o
aquello que no se llega a comprender. Es aún más fácil construir
una imagen personificada. Reflexiona sobre tu propia imagen de Dios.
O bien es abstracta (pura luz, por ejemplo), o más personal (un
hombre con amplias vestiduras que está en el cielo). En ambos casos,
tienes una imagen, y cuanto más pienses en ella, más claramente la
defines. Inténtalo, vamos a ver cómo hacerlo.
Las
imágenes mentales producen un profundo efecto en el alma. Baste
decir que el tipo de imagen mental que tu construyes moldea tu vida,
para bien o para mal. El poder de las imágenes es muy fuerte,
sabemos que los primeros ocultitstas advirtieron muy pronto que era
posible utilizar el poder a través de las imágenes mentales. El
error más común que se comete al trabajar con las imágenes es no
reconocer la imagen por lo que es. Cuando esto sucede, puede originar
efectos no deseados y puede otorgar un poder negativo a la imagen.
Cualquier practicante de magia sabe que sería una tontería
otorgarle a la imagen un poder que pudiera destruir la propia vida.
Y, sin embargo, otorgamos a Dios este poder a través de la
ignorancia. El resultado es que Dios se convierte en un concepto
contradictorio y confuso.
Desde
un punto de vista personal, tu imagen de Dios (o la ausencia de ella)
es extremadamente importante. Independientemente de cual sea la forma
en que concibes a Dios, no cabe duda de que tendrá un profundo
efecto en tu vida. Recuerda que la imagen de Dios es muy especial. La
imagen que tienes de Dios es tu concepto de lo que significa el poder
total. Más aún, provocarás ciertos efectos en tu vida
según la imagen de poder total que hayas adoptado. Una imagen
equivocada puede ocasionar resultados erróneos. Piensa detenidamente
cuál es el concepto o imagen que tienes, o no tienes, de Dios, ya
que en ello reside la clave fundamental para el éxito en la vida. La
lección trata, por lo tanto, de meditar sobre esta importante imagen
con la consciencia de que tu concepto de Dios es todo lo que tu
quieres ser y que es posible modificar esa imagen para adaptarla a
tus necesidades.
En
primer lugar piensa en la pura vastedad del universo y en la enorme
cantidad de poder que alberga. Cualquiera sea la forma en que dicho
poder haya sido creado, es potente más allá de toda concepción. No
se ha creado a sí mismo, pero se ha manifestado mediante la
inteligencia universal - que no es una inteligencia fija e
inflexible, sino una inteligencia que se genera a sí misma, de
manera que la creación pueda continuar libremente guiada por las
leyes del cosmos. Estas leyes permiten el máximo de creatividad al
no pretender controlar ni restringir, sino proporcionar canales por
los que circule libremente el poder hasta precipirtarse en una forma
física. La inteligencia universal proporciona poder junto con
innumeralbes vías por las que este circula. Sería erroneo suponer,
insinuar o creer que esta inteligencia no es generosa -es
absolutamente generosa.
No
es difícil aproximarse a ella, y tampoco requiere de la intervención
de un mediador. Tu eres parte de la creación; tienes la capacidad de
crear; estás en constante contacto con dicha inteligencia. Hasta el
momento, tu imagen de ese contacto ha restringido tu capacidad de
mejorar tu vida y crear todo aquello que necesitas. Te han enseñado
a creer que la inteligencia universal, o Dios, es algo lejano e
inalcanzable.
Concibe
una imagén humana o no, aceptando simplemente que el único fin de
la inteligencia universal es crear en perfecta armonía y que sólo
persigue descubrir la verdad y alcanzar los deseos que albergas en tu
corazón. Confía en esta imagen, cree en ella, y con el paso del
tiempo, demostrará que merece toda tu confianza. Cuanto más la
utilices, mayor será tu vínculo con ella y mejores serán los
resultados obtenidos.
¿Serás
capaz de construir ese importante puente?
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