Hay muchas opiniones al respecto, evidentemente yo soy astróloga y creo que no lo es. Lo curioso es que yo empecé con la astrología porque no creía en ella. Eso de que los planetas dirijan tu vida e influyan en tu destino me parecía una somera tontería. Pero al comenzar mis estudios en 1990 comprobé que no sólo no es un fraude, sino que puede ser una herramienta de gran utilidad.
Obviamente no me refiero a los “horóscopos” que aparecen en las publicaciones diarias, eso son sólo generalizaciones que probablemente escribe la secretaria. Aquí estamos hablando del estudio de un tema astral. No puedo hablar por otros astrólogos, me baso en mi experiencia personal, y a la hora de “interpretar” un tema, utilizo en primer lugar mi instinto, pero también un banco de datos, una especie de estadística astral realizada a base de experiencia.
La gran pregunta que todo el mundo hace, y que consideran que es la clave para desacreditar el estudio astrológico es el tema de los gemelos, nacidos bajo el mismo signo y en las mismas circunstancias. Y es precisamente este caso, que tanto me interesó desde el principio, el que demuestra que la astrología es algo real, que funciona, y que puede ser muy útil.
En primer lugar creo que el ser humano nace condicionado por su circunstancia personal, familiar y social, elegimos cuando y donde vamos a nacer, es decir, venimos a este plano con unos condicionantes previamente establecidos, con un objetivo claro y un camino que recorrer.
El Horóscopo o Carta Astral es el mapa de ese recorrido. Imaginemos que queremos hacer un viaje, primero decidimos el medio de transporte, digamos que lo vamos a realizar en coche, luego cogemos un mapa de carreteras y veremos la ruta a seguir, pero el mapa no es la carretera, el mapa nos indicará las rutas pero será el conductor el que decida por donde ir, la velocidad y las paradas que va a realizar.
Y eso es exactamente lo que ocurre con la Carta de los gemelos, ambos tienen el mismo mapa, pero cada uno decidirá la ruta a seguir, las paradas, la velocidad, y en definitiva como reaccionar ante las situaciones que la vida les proponga y a afrontar las consecuencias de esas decisiones.
Por tanto, cuando realizo un estudio astral señalo las posibilidades del individuo, las herramientas que trae, las circunstancias externas, pero no puedo predecir el futuro, puesto que creo firmemente que el futuro no existe, es algo que hacemos con el día a día. La persona que venga a mi consulta esperando que le “diga el futuro” se encontrará con una decepción, en mi consulta hablaremos de probabilidades, de opciones, de rutas a seguir, pero será el consultante el que a fin de cuentas, tomará sus propias decisiones.
La Carta Astral sólo es el esbozo del cuadro que el individuo tendrá que colorear.
Obviamente no me refiero a los “horóscopos” que aparecen en las publicaciones diarias, eso son sólo generalizaciones que probablemente escribe la secretaria. Aquí estamos hablando del estudio de un tema astral. No puedo hablar por otros astrólogos, me baso en mi experiencia personal, y a la hora de “interpretar” un tema, utilizo en primer lugar mi instinto, pero también un banco de datos, una especie de estadística astral realizada a base de experiencia.
La gran pregunta que todo el mundo hace, y que consideran que es la clave para desacreditar el estudio astrológico es el tema de los gemelos, nacidos bajo el mismo signo y en las mismas circunstancias. Y es precisamente este caso, que tanto me interesó desde el principio, el que demuestra que la astrología es algo real, que funciona, y que puede ser muy útil.
En primer lugar creo que el ser humano nace condicionado por su circunstancia personal, familiar y social, elegimos cuando y donde vamos a nacer, es decir, venimos a este plano con unos condicionantes previamente establecidos, con un objetivo claro y un camino que recorrer.
El Horóscopo o Carta Astral es el mapa de ese recorrido. Imaginemos que queremos hacer un viaje, primero decidimos el medio de transporte, digamos que lo vamos a realizar en coche, luego cogemos un mapa de carreteras y veremos la ruta a seguir, pero el mapa no es la carretera, el mapa nos indicará las rutas pero será el conductor el que decida por donde ir, la velocidad y las paradas que va a realizar.
Y eso es exactamente lo que ocurre con la Carta de los gemelos, ambos tienen el mismo mapa, pero cada uno decidirá la ruta a seguir, las paradas, la velocidad, y en definitiva como reaccionar ante las situaciones que la vida les proponga y a afrontar las consecuencias de esas decisiones.
Por tanto, cuando realizo un estudio astral señalo las posibilidades del individuo, las herramientas que trae, las circunstancias externas, pero no puedo predecir el futuro, puesto que creo firmemente que el futuro no existe, es algo que hacemos con el día a día. La persona que venga a mi consulta esperando que le “diga el futuro” se encontrará con una decepción, en mi consulta hablaremos de probabilidades, de opciones, de rutas a seguir, pero será el consultante el que a fin de cuentas, tomará sus propias decisiones.
La Carta Astral sólo es el esbozo del cuadro que el individuo tendrá que colorear.
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